La idea es privilegiar la soberanía de los Estados, la libertad de los pueblos para elegir su forma de gobierno, y marcar el carácter limitativo del Estado
Después de 63 años de “revolución cubana”, la historia no tiene necesidad de juzgar a los hermanos Raúl y Fidel Castro, a Ernesto “Ché” Guevara y a Miguel Díaz-Canel, su sucesor