Uno de los rasgos más marcados de lo que pasa en el país es que, más allá de los problemas por los que atravesamos, muchos mexicanos no parecen muy preocupados por ellos o no dimensionan su gravedad
Quizás el caso más famoso y al mismo tiempo ridículo fue el Chupacabras, que no tenía otra función que la gente volteara para otro lado en plena crisis económica