La presidenta enfrenta la disyuntiva de dar una muestra de poder que le posibilite ejercer plenamente su encargo, o permitir que las artimañas Juanitas mantengan el ejercicio e imposición del poder desde aquel rancho de Palenque.
Es innegable que la entrada de un nuevo líder a la Casa Blanca provoca ondas que recorren la estructura misma de una nación. Pero cuando el recién llegado es Donald Trump, esas ondas se tornan en maremotos, en una sacudida que atraviesa ideologías, familias y fronteras.
Algunas felicitaciones, un par de llamadas, deporte matutino, comida frugal y una tarde llena de asuntos que sacar adelante: este artículo, por ejemplo, trabajos por revisar, preparar una clase.