En el antiguo régimen, la organización de los procesos electorales estaba a cargo del poder ejecutivo federal. Todo estaba controlado por el ejecutivo.
El PRI está ante el reto de demostrar que todavía representa algo más que el mercadeo político, la gestión de un exiguo presupuesto, o la súplica de candidaturas destinadas a la derrota.
Cada día, la mañanera se pone más interesante. No es broma ni una observación de algún fan del Presidente, ni siquiera de un experto en metalenguaje, es simplemente participar en un juego de interpretaciones.
El control enérgico que tiene el gobierno federal sobre los medios de
comunicación y el manejo de la propaganda y publicidad pueden atemperar el impacto de las noticias.
Para Rusia, el problema son sus militares. Son los peores luchadores. Perderán tiempo y vida, en el mejor de los casos, o morirán sin ganar nada para su país. Después de todo, no quieren pelear porque la guerra no tiene sentido.